Saidan. Caballo de Troya 3
J. J. Benítez
En esta tercera parte del diario del mayor USA que "viajó" a la Palestina de Cristo, el lector, entre otras fascinantes sorpresas, encontrará la respuesta a una de las grandes incógnitas de la vida del Hijo del Hombre: su infancia. "Algo" que los evangelistas silenciaron, privándonos de una perspectiva más auténtica sobre la más grande figura de la Historia. Nadie, hasta hoy, había tenido la audacia suficiente para atreverse a narrar, paso a paso, cómo fueron esos primeros años de la encarnación humana del Hijo de Dios. Una vida tan inquietante, alegre, dolorosa e intensa como la de millones de seres humanos. ¿Podía imaginar, por ejemplo, que Jesús vivió más de dos años en Alejandría? ¿Sospechó alguna vez que Jesucristo era amante de la música y del dibujo? ¿Qué ocurrió realmente, a sus doce años, en el templo de Jerusalén?
Saidan. Caballo de Troya 3, además, le ofrece una singular narración de las apariciones de Jesús en el lago Tiberíades, así como una desconcertante descripción de su "cuerpo glorioso". Como escribe J. J. Benítez en esta nueva y polémica obra, "si sus principios religiosos se hallan definitivamente cristalizados y no se siente con fuerza para evolucionar, por favor, no lea Saidan.
Nazaret. Caballo de Troya 4
Sólo la prodigiosa audacia de J. J. Benítez podía materializar un libro como el que usted tiene en las manos.
Hasta estos momentos, ningún otro autor en el mundo se ha atrevido con el faraónico proyecto de descubrir –paso a paso y con un rigor histórico-científico más propio de una tesis doctoral que de una novela– la vida de Jesús. Nazaret. Caballo de Troya 4 abarca los llamados «años ocultos» del Maestro. No existe, hasta hoy, obra alguna que dibuje la aldea de Nazaret y sus gentes como el presente documento. En una sucesión de peripecias –más cercanas al cine que a la literatura–, el mayor de la USAF que investiga la encarnación de Jesús en la Tierra reconstruye una de las más oscuras y fascinantes etapas del que fue carpintero, jefe de un almacén de aprovisionamiento de caravanas, maestro, forjador e impenitente viajero. Todo un período –de los catorce a los veintiséis años– decisivo para comprender en su justa medida la experiencia humana del Hijo de Dios. Un trascendental capítulo, ignorado por los evangelistas, que no lo dejará indiferente. Y una recomendación. Por su propio bien, haga un esfuerzo y sea fiel al hilo de la narración. Por nada del mundo se adelante a leer el final.