Como imposible y como quimera, como fin y también como imperativo, la idea de la felicidad nos interpela más que nunca en los tiempos que corren. “¿Cómo ser felices?”, esa sentencia que nos sobrevuela como mandato del mundo moderno se impuso para encandilarnos y hacernos perder de vista aquella que debería ser la pregunta nodal: “¿Qué es la felicidad?”.
En su nuevo libro, Gabriel Rolón nos propone desandar el camino. Desarticular lugares comunes y preconceptos para poner en evidencia qué se esconde más allá de esa ilusión que se vende como panacea y no es más que una trampa. Entre el Psicoanálisis y el arte, entre la filosofía y la literatura, despliega entonces su hoja de ruta, un mapa de lecturas que van de la mitología clásica a Byung-Chul Han, pasando por Freud, Lacan, Borges, Nietzsche, Schopenhauer, Einstein, Alejandro Dolina, Ana Frank, Bertrand Russell y Comte-Sponville, entre muchas otras.
Una vez más, como en sus trabajos anteriores y fiel a ese estilo que lo llevó a ser uno de los autores más leídos de las últimas décadas, Rolón nos invita a pensar a contrapelo de las modas ligeras. Y es ahí, en esa zona incómoda y a la vez anhelante de vida, donde La felicidad se vuelve un ensayo indispensable, lúcido, humano.
El precio de la pasión
El nuevo libro de Gabriel Rolón echa anclas en las aguas profundas de la pasión. Esa fuerza primitiva que grita en nosotros desde el principio de los tiempos, y nos lleva a un límite en el que la distancia entre el placer y el dolor es nada más que una respiración. Un territorio habitado por dioses y demonios, por héroes épicos que han dado batallas antológicas, y esos otros cotidianos y de a pie, héroes anónimos que dan pelea poniendo en juego su piel con la misma intensidad, con el mismo arrebato. Mitos e historias: hombres y dioses que caminan de la mano por ese borde en el que la
razón trastabilla y pierde sus herramientas para explicar el mundo.
Y es ahí, entonces, donde El precio de la pasión recurre a la mitología, la literatura, la música, el cine y, cómo no, al consultorio del analista para llevar algo de luz a la penumbra de ese abismo que nos atrae de manera irresistible. El amor, el desamor, la soledad, la desesperación, el deseo, la angustia, los celos, el duelo, el éxito, el fracaso y la felicidad se dan cita en este “breve ensayo nocturno” en el que Gabriel Rolón encuentra, una vez más, ese tono ajustado, preciso, siempre certero, para decirnos que cielo e infierno están muy cerca, pero que entre ellos hay toda una vida
para sentir.